Desde la réplica del tren que utilizaba Adolf Hitler para sus
desplazamientos a la cisterna con la que la empresa guipuzcoana Savin
transportaba sus vinos, pasando por locomotoras de vapor, vagones que
servían de vivienda para el personal de las compañías o coches de
mercancías de Renfe. La estación de La Concordia se convirtió ayer en el
paraíso de los aficionados al ferrocarril, con la celebración de un
mercadillo de modelismo ferroviario en el que, entre otras curiosidades,
también se podían encontrar billetes antiguos de cartón para viajar de
Bilbao a Donostia. "¡Qué recuerdos más bonitos nos traen! Los marrones
eran de un viaje y los verdes, de ida y vuelta", explicaban Edurne y
Rosa Mari, dos amigas de Sondika y Sodupe.
Enrique Pérez, de Bilbao, fue uno de los aficionados que no
pudo resistirse a comprar una de las cisternas de Savin, que la
Asociación de Amigos del Ferrocarril de Gipuzkoa estrenaba en Bilbao.
"Es una edición limitada y me ha gustado", explicaba este aficionado que
no suele faltar a su cita con este mercadillo y atesora en casa más de
un centenar de piezas. El pequeño Aitor Larrea ha heredado de su padre
la afición por los trenes. "Ahora voy a hacer un álbum con fotos",
anunciaba, orgulloso, mientras mostraba las postales que habían
comprado. "Siempre me han gustado los trenes y ahora, con lo peques,
más. Tenemos una maqueta pero estamos negociando con la ministra de Fomento
el espacio para montarla", bromeaba su aita César. La presidenta de la
Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao, Itziar Esteban, valoró
muy positivamente la jornada y la asistencia. -
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