BILBAO. El TER 597-010 lleva fuera de circulación desde 1993. El ‘último
pitufo’, preservado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y
custodiado hasta ahora por la Asociación Vallisoletana de Amigos del
Ferrocarril (Asvafer), circulará la próxima primavera por la línea del
ferrocarril Madrid-Burgos, en el tramo Chamartín-Robregordo. Desde hace
unas semanas se encuentra en el taller de Lérida de la Asociación para
la Reconstrucción de Material Ferroviario (ARMF), especializado en la
reparación de piezas históricas.
:: VÍA LIBRE Primeros controles al automotor de Valladolid, en Lérida.
El Grupo de Acción Local Sierra Norte de Madrid, que encabeza
Ángel Martínez Herrero, alcalde de Buitrago del Lozoya, destina
235.780,60 euros a su reparación y puesta a punto. El proyecto turístico
plantea un recorrido durante los fines de semana. ¿Por qué en este
tren? Cuatro razones justifican la elección: su valor histórico, su
vinculación a este trazado ferroviario, la facilidad de operación
(automotor bicabina) y la disponibilidad de un furgón, muy útil para el
acarreo de bicicletas.
La mirada inicial estaba, sin embargo, en Bilbao. En la capital vizcaína se custodia otro vehículo de parecidas características (el TER 9736) que desde 1996 la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao controla en la estación de Abando. El automotor no está operativo y necesita una gran reparación. Aunque se ha reclamado la devolución al Museo de Delicias, sigue en el mismo lugar a la espera de noticias. Se teme que el material sirva de repuesto para el de Valladolid. Lo mismo que un tercer vehículo en manos de la Asociación Bilbilitana de Amigos del Ferrocarril (TER 9701). No quedan más de estos automotores tan emblemáticos en España.
La mirada inicial estaba, sin embargo, en Bilbao. En la capital vizcaína se custodia otro vehículo de parecidas características (el TER 9736) que desde 1996 la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao controla en la estación de Abando. El automotor no está operativo y necesita una gran reparación. Aunque se ha reclamado la devolución al Museo de Delicias, sigue en el mismo lugar a la espera de noticias. Se teme que el material sirva de repuesto para el de Valladolid. Lo mismo que un tercer vehículo en manos de la Asociación Bilbilitana de Amigos del Ferrocarril (TER 9701). No quedan más de estos automotores tan emblemáticos en España.
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